Autorretrato


¡Qué alegría estar con vosotros de nuevo! ¿Cómo estáis? Yo muy contenta de poder contaros todas las novedades que vivo en mis clases de Plástica de la Universidad. A continuación os hablaré acerca del contorno ciego y algún que otro tema que quizás nunca hayáis puesto en práctica. 

👌¡Espero que lo disfrutéis!👌


El pasado miércoles 22 de febrero, durante la clase de la asignatura de Expresión Plástica, pusimos en práctica nuestras habilidades de trazado ciego.

Durante la sesión, el docente nos fue explicando en que consistía el trazado ciego, en que se basa y como normalmente la gente lo lleva a cabo. Para que los conceptos fuesen realmente procesados por todos nosotros, los alumnos, fuimos a su vez realizando algunos dibujos y trazados que ayudaron a completar la comprensión del tema.

El día 9 de febrero hicimos una pequeña introducción a este tema. Esta introducción consistió en una pequeña explicación acerca de que es el "Contorno ciego" y como debíamos trabajar con él.

Hicimos una pequeña actividad que consistió en dibujar nuestra mano sin mirarla, lo que resultó ser más difícil de lo que muchos nos imaginamos, pues siempre tendemos a mirar hacia aquello que ilustramos.

El resultado que yo obtuve fue el siguiente:


Y la inspiración que tuve estuvo basada en esta imagen mental:


En primer lugar, tuvimos que dibujar un solo ojo, daba igual que fuese el derecho o el izquierdo, con el que nosotros nos sintiésemos más a gusto a la hora de trabajar. Este no debía ser muy elaborado, era simplemente esbozar el boceto de lo que es un ojo, con su correspondiente iris, pero sin la necesidad de integrar detalles como pestañas y cejas. Como podéis observar, mi resultado no se asemeja a ese boceto que os indico, pero a medida que realizaba el dibujo me nacía seguir dibujando y incluir detalles, por lo que decidí apostar por la inspiración que sentía en el momento y dejarme llevar.



En segundo lugar, tuvimos que seguir la línea del primer paso. Esta vez era realizar el boceto pero de los dos ojos, esta vez si que opté por seguir las indicaciones del profesor y centrarme únicamente en el boceto y no incluir demasiados detalles. 




Por último, para dar por finalizada esta primera parte de la clase, tuvimos que dibujar los dos ojos pero con todos los detalles que pudiésemos incorporar. Esta última parte fue la que más disfruté.






En la segunda parte de la sesión tuvimos que enfrentarnos a un reto que a muchos se nos complicó, teníamos que hacer nuestro propio autorretrato, en la mayor medida de lo posible. Para ayudarnos, podíamos recurrir al trazado de líneas que harían que nuestro resultado fuese simétrico.
El resultado al que yo conseguí llegar fue el que podéis observar aquí abajo, que aunque no logré que se asemejase a mi cara, intenté mantener los principios de la simetría.



Como podéis comprobar se trata de una metodología muy interesante y prometedora de resultados intrigantes, así que como siempre os animo a que la pongáis en práctica y que por supuesto me comentéis vuestras experiencias y sensaciones.

✌¡Nos vemos!✌
(o más bien nos leemos) 😉



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